MI VESTIDO PROTESTA

Este vestido lo diseñé en protesta por la ausencia de los derechos de los trabajadores cuando se produjo el incendio en la fábrica de Bangladesh. 

Recreé el Saturno devorando a un hijo de Goya por el horror que produce, como explica el fragmento del trabajo que adjunto abajo.

Está realizado a base de modelaje en algodón natural y pintado a mano sobre el maniquí.

"La selección de esta obra sirve de hilo conductor que nos guía desde el principio de los tiempos de la mezquindad hasta la más hirviente actualidad.

Las fábricas de países que no tienen una declaración de derechos de los trabajadores y explotan a éstos hasta situaciones de esclavitud nos lleva a la indignación que siente el autor al contemplar al pavoneante ejército de Napoleón arremetiendo contra un pueblo español completamente indefenso, torturando y masacrando a la población.

En la pintura, Goya utiliza a Saturno para representar el egoísmo y la violencia que contempló durante los años de la guerra. Yo utilizo hoy esa imagen enloquecida y frenética del protagonista para reflejar a ese empresario que esclaviza a cambio de un sueldo miserable en condiciones paupérrimas.

Son indivudios sometidos a una sobreprotección radical que los sume en una profunda oscuridad como de la que Saturno emerge. La empresa les permite vivir gracias a un sueldo inadmisible pero irrechazable, funcionando de creador y verdugo.

El hijo representa indudablemente a las víctimas de ambas historias, que desconoce que puede evitar ser devorado, al igual que el trabajador de una fábrica india no sabe que puede tener una dignidad. Pero, ¿quién se arma de coraje para enfrentarse a su padre sin un predecesor o referente?

Además de para servirme de instrumento de denuncia, he elegido este cuadro por el impacto que Saturno transmite con sus ojos, la posición de su cuerpo y cómo contrasta con la flacidez del hijo. El conjunto produce un impacto visual y emotivo que nos hace sentir impotencia tanto si conocemos la obra como si no."